Parejas Kármicas 2/2
Primera parte Aquí
Esa palabra tiene una connotación negativa, entonces nuestra mente entiende que si estoy hablando de una relación kármica, que esta relación es negativa y no o que es una mala relación y no está bien, quiero dejar muy claro que una relación kármica no es lo mismo, no es equivalente a una relación tóxica, son dos cosas diferentes, y ahora voy a explicar la diferencia.
Una relación tóxica es una relación que no se basa en el amor, ni mucho menos. Aunque dos personas de la pareja piensen que sí se quieren mucho y que están súper enamorados, no es una relación basada en el amor sino en el miedo que se produce cuando una relación se basa en el miedo, principalmente cuando tu principal componente es el miedo, porque hay actitudes como los celos posesivos, dominación, el deseo de controlar a mi pareja, el deseo de saber dónde está mi pareja en todo momento. ¿Quién es el que dice que no dice? Dejar de controlar a mi pareja en cuanto a horarios, amistades, personas con las que se realizan actividades que él hace y otras porque porque en una relación tóxica, entiende que la otra persona es algo así como una posesión tuya, que te pertenece solo a ti.
Estas actitudes que te acabo de contar y que seguramente todo el mundo la identifica en alguna relación en tu vida o en alguna relación que has visto en tu entorno, en familia, en amigos y otros, es un componente bastante característico de estas relaciones tóxicas y en que hay violencia, no tiene por qué haber violencia física, aunque puede ser obviamente y eso es como un grado ya muy alto de una relación tóxica, pero también puede haber violencia a nivel psíquico, a nivel verbal, a nivel emocional y esta lógicamente tiene un impacto en ambas partes de la pareja, porque no tiene por qué ser que ambas partes violenten a la otra, pero cuando usted es una persona violenta y hace cosas para para lastimar a su pareja y que vuelva a usted.
Lógicamente, esto ya sabemos que no es la ley de la atracción, la ley de causa y efecto. Algo importante, aquí vale la pena y que quiero que tengas en cuenta, así como una relación kármica no es sinónimo de una relación tóxica. Sepa que toda relación tóxica es una relación kármica, pero no toda relación kármica es una relación tóxica. Repito que no toda relación kármica es tóxica.
No quiero liarla, vale, pero lo entenderás mejor ahora, cuando te explico que es una relación kármica y encontraremos una relación kármica, y te dije antes que por lo general en relacionarlo con nuestra mente, ya que ya está condicionado por esa idea del karma, Tan pronto como escuchamos en una relación kármica, tendemos a rechazar la idea mucho y a desear que la relación que tenemos en nuestra vida si tenemos una relación en nuestros momentos, que no es kármica, porque pensamos que eso significa que va a terminar mal, entonces, estamos asustados y nos negamos a aceptar eso. Nuestra relación puede ser kármica, y esta es también una de las razones por las que – que estoy haciendo este artículo para desmitificar un poco y para eliminar toda esa carga negativa que el tema de las relaciones kármicas tiene porque, como la gran mayoría de las personas en este planeta.
Lo que hemos experimentado hasta ahora han sido relaciones kármicas porque bueno, porque las relaciones basadas en el aprendizaje son el elemento fundamental de este tipo de relación que son las más comunes: es el aprendizaje. Esto no quiere decir que no, que haya amor, o que no haya sentimientos fuertes en este tipo de relaciones que, sí, que las haya o sí pueda haber. Pero es cierto que se dan por necesidad, por la falta de ese impulso que tenemos los seres humanos para querer eso. Otra persona llena los vacíos que tengo en mi vida, llenan los agujeros que tengo en mi vida, entonces el elemento fundamental en la base de las relaciones kármicas es que nos facilitan un aprendizaje. Vale la pena para todas las almas que venimos a esta tierra.
Venimos, o encarnamos, con una serie de aprendizajes para hacer que es nuestro, el karma que te dije al principio. Es la pareja la que facilita el aprendizaje de todas las relaciones que tenemos en nuestras vidas, hacen un espejo que ilumina las áreas de nuestra vida en aquellas de las que no somos conscientes o a las que no estamos prestando atención, para que precisamente ahí podamos aprender?.
Podemos identificar aquellas deficiencias que tenemos y en lugar de tratar de llenar esos vacíos o de completar esas deficiencias con la pareja o con lo que creo que puedo obtener de mi pareja, que nosotros asumamos la responsabilidad de estas deficiencias y que empecemos a trabajar en nosotros mismos. Los que puedan llenarlos somos nosotros mismos, por eso vale la pena las relaciones kármicas, si puede haber amor, si puede haber sentimientos muy hermosos y muy fuertes, pero vienen de estas deficiencias. Así que cuando tengo una carencia y trato de llenar esa carencia, por ejemplo, la soledad, no me gusta sentirme sola. No me gusta estar sola. No me gusta pasar tiempo conmigo misma y esa carencia la intento compensar con mi pareja. Trato de estar con mi pareja todo el tiempo que puedo.
No me gusta estar sola, llamo constantemente, envío mensajes constantemente porque no me gusta esa soledad. Este tipo de relación es precisamente lo que va a hacer. Es facilitar ese aprendizaje en la forma en que se avala, porque cada relación es diferente y cada persona es diferente, luego una serie de experiencias para que pueda iluminar esa carencia que tengo que hacerme consciente de ello. Si no soy consciente de ello, agárrese de ella y le diga: ah, vale, aquí tengo un problema con el tema de la soledad.
Así que, en lugar de tratar de llenar ese vacío en mi vida con mi pareja o la relación con mi pareja, asumiré la responsabilidad de ella. Voy a cubrir esa carencia con trabajo, porque con trabajo para mí, con amor por mí mismo cuidándome, querida por mí misma y por los demás, otro elemento bastante importante. Otra característica que define las relaciones kármicas es que no hay una entrega absoluta a la pareja. Ok, pero todavía hay muchos escudos de protección, muchas barreras detrás de las cuales nos escondemos y nos protegemos, para no darnos por completo, porque tenemos miedo de ser heridos, entonces este miedo a ser heridos, nos hace entregarnos completamente incluso a nuestra pareja. No importa cuán enamorados estemos, pensemos que hay en la pareja cuándo estamos hablando de una relación kármica.
No hay una entrega absoluta al otro y no hay una entrega absoluta al otro porque el nivel personal es a nivel individual. Cada una de las personas de la pareja todavía no está lista para estar abierta al amor al 100 % y poder dar cien por cien a la otra persona para entregarse a otra persona desde el amor absoluto. Superar todos los miedos que nos entregamos, superar el miedo a que hagamos daño. Eso es lo que hace la gran mayoría de las personas y las hace cerrarse y protegerse detrás de un montón de escudos y de máscaras y corazas que enmascara quiénes son realmente. El hecho de ser personas que no están dispuestas a rendirse, porque es lo que hace que al final precisamente esa relación kármica se forme, algo que yo todavía no he hecho.
Estoy listo para entregarme completamente a otra persona, y ese es el fin último de las almas en la tierra para experimentar, el amor en toda su extensión en la entrega y la aceptación del amor, porque al final esa relación o cualquier relación que tengo hasta que entiendo ese concepto – Ese punto en el amor concreto, toda la relación que experimenté en mi vida me traerá los aprendizajes que necesito para poder ver ese punto y poder ver sí todavía estoy lejos del amor, si todavía no estoy viviendo en el amor. Pero estoy viviendo del miedo y, en consecuencia, de mis barreras de mis protecciones de todas esas armaduras que he construido a lo largo de mi vida. Pensando de esa manera, evitaría ser lastimado.
Espero que os haya gustado este artículo, que la información os haya quedado clara y que quería transmitir. Espero os valga la pena, y también los recordatorios como resumen del artículo y es que la relación kármica no es lo mismo que la relación tóxica y que me vale la pena para aprender.
También no hay una entrega absoluta a la otra persona porque todavía queda por hacer. El trabajo interno aún está por verse para tomar conciencia de muchas cosas que están en nuestra vida y muchos aspectos que tenemos que trabajar. Te mando un beso enorme y me despido.
